Vez, sabías que algún día yo tendría razón que las nubes se hacían humo y que tu cabeza se llenaría de un sólo color, siempre te dije y nunca me quisiste escuchar, era como una especie de instinto, una forma de saber lo que hacías bien y lo que hacías mal, nunca me quisiste escuchar siempre te reíste y dijiste que no pensaba lo que decía. Eras la tipica niña que creía hacer todo de maravilla, ya vez princesa se te cayó la corona y quedaste en huesos y un peinado poco reluciente, sabías que tenía la razón y que en tú cabeza no existía más que tu propio nombre, que egoísta ¿pero sabes? que única eres niñita consentida pues te gusta creer en tu propia religión, tienes tu propia biblia y eres de esas personas rebuscadas que no encuentras en cualquier parte, eres tu propio Dios y tu propio demonio, siempre tienes más de una razón para pedir perdón como si nada, siempre usas la culpa a tu favor mucho mejor que Dios y tienes cero compasión y actúas como si nada, robas vidas, las dejas escondidas, quitas el aliento y aún así no eres capaz de pedir perdón.
Ahora, te digo que es muy tarde, te digo que es mejor y parece que no sabes lo que a las personas les guarda el dolor, mejor que tú no hables de sufrir ya que el tiempo es implacable si se trata de ti.
Ahora niña volteas, levantas la mirada y caminas sonriendo como si nada, típico de ti, fingir que bonito te sale, por eso, por eso me caes bien... ♥
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