La felicidad consta de muchas cosas, pero hay algunas que marcan la diferencia, si bien está todo dentro de un mismo ciclo o bien dentro de un mismo grupo hay cosas que logran destacarse por sus actos y hechos mucho más amplios que los que logran realizar los que simplemente te rodean, los que marcan la diferencia saben sacarte una sonrisa en el momento menos indicado o tienen siempre la causa justa para sacarte una sonrisa.
Tú felicidad consta de hechos relativamente inesperados, es tan rápido como el movimiento que cursan tus pestañas tras la simple realidad de pestañar, la mía consta exactamente de lo mismo, pero hay quienes logran complementarla al cien por ciento y ya no se puede pedir más.
Sientes que ya tienes un buen sitio y una buena localidad, sabes que los miedos mueren al aplaudir pero a pesar de eso necesitas que el amor nunca se borre de tú ser pues es el que te lleva a recibir los ingredientes justos y precisos para hacer esta receta perfecta, si bien no es fácil mantener equilibrada la felicidad, puedes hacer todos los días que la balanza siga ganando peso hasta equilibrarse con el lado contrario que solo le hace el peso para ver cuanto puedes dar para lograr equilibrarla y ser completamente feliz... Tranquilidad ante todo, esta balanza nunca llegará a su limite y te dejará el final, porque la felicidad siempre está contigo aunque no la puedas sentir, pero eso es sólo porque tú quieres que así sean las cosas.
Cada noche yo te imagino aquí regalándome tú mirada, abrazándome con besos de luz y tú sonrisa era mi almohada, sin ti seria silencio y sin ti se muere mi voz, porque si no estás ¿quien me va a curar de mi soledad?, porque sin tú amor no me curaré y hoy quiero cantar. Dile a las estrellas ahora que eres eternidad que te busquen un buen sitio o una buena localidad, necesito que tú voz nunca se borre de mi ser (♥)
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