miércoles, 7 de abril de 2010

No tengo más motivos.






.- Estaba tranquilita en el dentista esperando mi hora mirando por la ventana, el cielo desde hay se veía tan lindo sin la más mínima nube, pero me sentía cansada con sueño y mis ojos se querían cerrar solos, sin ganas de hacer nada, frustrada de hecho se que eso no se debe aceptar pero me sentía agotada había sido un día largo y completamente estresante con clases hasta las 6.30 y lo peor es que no me sentía preparada para mi prueba de matemáticas que es mañana y eso me frustraba aun mas ¿Quién inventaría las matemáticas? me preguntaba a cada rato, mientras cerraba mis ojos porque tenia mucho sueño, entonces los volví a abrir y me puse a pensar... me quedan tantas cosas por hacer, siento que he hecho tantas cosas cuando en verdad no he hecho casi nada, insisto me queda tanto por hacer y aun no reacciono al 100%, tengo que crecer, madurar, salir de cuarto, rendir la PSU, entrar a la Universidad, ser una profesional, tener un esposo, hijos, una familia feliz ¡OMG! todavía me queda tanto por hacer, me tocaba el pelo y no lo podía creer, me sentía tan frustrada, miraba afuera de nuevo y pensaba como pasaba tan rápido el tiempo había llegado de día y ya las luces comenzaban a encenderse. Sentía que estaba trabajando bajo una presión un poco simple para lo que se podía esperar y eso definitivamente comenzaba a desagradarme, tenía que exigirme más si quería surgir y ya era hora de hacer tal cosa. No puedo pensar bien las cosas me siento tan inútil... ¡OMG! ¿Fui yo la que dijo eso? si, siento que no puedo hacer nada bien que no puedo entender cosas tan simples, me sentía tan pero tan tonta, hasta la niña que estaba sentada en la otra esquina parecía mucho más cuerda que yo con 17 años. Soy una persona que nunca le había tomado importancia al mañana pero este año está pasando, ¡HEY! resultaba que ya no estaba ni en primero ni en segundo si no que me encontraba en tercero y entendía que mis metas ya no son un juego siempre sonreía y decía filo para la otra me sacaré mejor nota y subiré ese rojo, ahora da igual; pero este año no pensé llorar por sacarme un rojo, que pasaba con la otra persona que sonreía y parecía no importarle? no podía creer que la que lloraba por no tener una buena nota era yo, entonces me dí cuenta que llorar no iba a hacer que mis rojos pasen a azul y viceversa, era todo tan simple la frase estaba en la punta de mi lengua ¡exigirme a mi misma para obtener lo que quiero mañana! esa era la respuesta, cerraba mis ojos aun tenía sueño, la música me relajaba y a la vez pensaba que aun me queda algo por hacer, llegar a escribir lo que está pasando por mi mente y a la vez partirme la cabeza con los ejercicios de matemáticas.
No sé quien las inventó, pero si tenia claro que si no me pongo de su lado no voy a llegar muy lejos, he hay el dicho si no puedes contra ellos entonces unteles.

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