Quizás no es el momento de ocultar lo que hice mal, no lo niego no soy la más buena persona que pueda existir, de hecho muchas veces soy pésima persona y actúo como leche agría derramada sobre el piso quizás es por lo mismo que me comporto de manera tan fría, pero es que no siempre soy la de sentimientos más sinceros hacia las personas, de hecho muy pocas veces suelo ser sincera pero es porque lo soy sólo con las personas que creo merecen la pena tener mi sinceridad, del resto me rio en sus espaldas y en sus caras, aún así después sigo actuando normalmente.
Creo que la pesadez la llevo en la sangre y por lo mismo no siempre agrado a la gente, no soy de desearle el mal a la gente a menos que me hagan algo que de verdad lo merezca, pero hasta el momento nada amerita semejante perdida de tiempo.
Cuando quiero hacer sentir mal a la gente lo logro sin mayor esfuerzo, es que es algo que me sale tan natural y suelo preocuparme solo por mi entonces hacer sentir mal al resto cuando de verdad se lo merecen no es gran travesía para mi; suelo comportarme sólo con la gente que de verdad quiero, puede que esto muchas veces me juegue en contra, pero que más puedo hacer, sé cuando la gente no vale la pena y entonces no me interesa conservarlas en mi vida, pero también se cuando de verdad la gente vale la pena entonces correspondo para no dejar ir a quien realmente vale la pena.
Para mi no siempre es fácil tender la mano, es por eso que muchas veces me es muy fácil esconderla, dar la media vuelta si de verdad lo quiero me sale completamente rápido y no debo hacer mayor esfuerzo para conseguir lo que de verdad quiero, si quiero alejarme me mantengo muy distante, si no quiero creer pues entonces no me fio del resto y si quiero ser mala persona, entonces no me tengo que poner una máscara porque en el fondo lo soy y siempre lo he sido, que a veces no lo deje ver es muy diferente, pero quien me conoce de verdad sabe que cuando quiero hacer daño el tema se me va de las manos. ♥
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